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Qué hacer cuando tu pareja no quiere tener sexo

Razones por las que tu pareja no quiere tener relaciones (tampoco contigo)

Autora: Ana Hidalgo

A pesar de que el topicazo dice que son ellas las que no quieren tener sexo y ellos siempre están dispuestos, la realidad no es para nada así.

Tanto hombres como mujeres pueden pasar por temporadas en las que no quieren tener relaciones sexuales.

Hoy te cuento algunos de los motivos más comunes y qué puedes hacer para salvarlos:

  1. Problemas de pareja no resueltos.

Con frecuencia hombres y mujeres usan el sexo como moneda de cambio para castigar a sus parejas ante una discusión.

Aunque frecuente, es poco inteligente pues deja sin resolver el problema de la discusión y añade la falta de sexo.

Ante este tipo de comportamiento lo mejor es el diálogo. Aprender a comunicarnos es un pilar clave en toda relación.

Si la comunicación está muy dañada en la relación, acudir a una terapia de pareja puede ser una buena decisión.

  1. Falta de higiene o descuido de la imagen corporal.

Aunque muchos se sorprendan, como dice el refrán: “la confianza da asco”, al menos a veces.

A veces uno de los miembros de la pareja descuidaba su imagen e higiene hasta puntos extremos por eso de que hay confianza y estar cómodos en casa es esencial.

No necesitas ir como un pincel en casa, pero al menos cuida tu higiene personal y tu imagen un mínimo.

Puede que tu pareja no se excite demasiado cuando llegas oliendo a sudor, tus pies huelen mal, vas con rulos y ropa apolillada, o simplemente te acabas de despertar y tu aliento mataría a un tigre.

La solución, bien sencilla, antes de querer tener sexo con tu pareja, asegúrate de estar en condiciones aceptables.

  1. Cansancio y exceso de cargas.

El estrés, el agotamiento físico, el cansancio mental, la rutina… todos son problemas comunes que hacen disminuir el apetito sexual.

Ayuda a tu pareja a tomarse un respiro de vez en cuando y a desconectar.

No puedes quitarle la sobrecarga de su trabajo, pero puedes contribuir al menos a no generar más en el hogar.

Permite a tu pareja desahogarse contando sus preocupaciones, aliéntala a hablar de ellas y escúchala.

  1. Consumo de drogas u otras sustancias.

Algunas sustancias como el alcohol o la marihuana pueden hacer disminuir el deseo sexual.

Ocurre también lo mismo con algunos medicamentos.

Si está tomando medicamentos que disminuye el deseo sexual, consultar a vuestro médico de cabecera os ayudará a compensar estos efectos secundarios.

Si lo está ocasionando el consumo de sustancia, bastará con reducir o eliminar su ingesta.

  1. Desequilibrio hormonal.

Tanto hombres como mujeres sufren desajustes hormonales a lo largo de su vida.

En las mujeres se habla mucho de la menopausia, y en los hombres comienza a hablarse de la pitopausia.

Sin embargo, no son los únicos momentos en los que se puede generar un desequilibrio hormonal, unos análisis de sangre pueden ayudar a desvelar este desequilibrio químicamente generado.

  1. Ocultación de disfunciones sexuales.

Cuando el sexo se convierte en algo doloroso, bien de forma literal como en la dispaurenia, bien por las emociones que puede hacernos sentir por falta de erección, problemas de eyaculación u otros problemas sexuales, es frecuente tratar de ocultárselo a la pareja, bien por miedo, bien por vergüenza.

Una vez más es importante el diálogo, no sólo hablar de cómo nos sentimos, sino también hablar de sexualidad con naturalidad, sin acusar ni juzgar.

En estos casos, se hace conveniente consultar al correspondiente especialista en función del problema que esté presente: ginecólogo, urólogo, sexólogo…

  1. Depresión.

La depresión es una enfermedad silenciosa grave que suele confundirse con el estar abatido o triste.

Cuando no tienes energía para continuar ni tan si quiera con tu vida, con tu día a día, menos aún tienes para mantener relaciones sexuales con tu pareja.

Si tu pareja atraviesa un periodo depresivo, esto debería abordarse primero, antes que su bajo interés sexual.

En este caso, la consulta a un especialista se hace totalmente necesaria.

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Sobre la autora:

Soy Ana Hidalgo, psicóloga magister en intervención en la ansiedad y el estrés. Desde hace más de una década ayudo a personas como tú a superar situaciones difíciles y salir fortalecidas de ellas.

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